¿Turismo, u otra cosa?

Cuál és mi opinion 


¿Cuál es mi concepto de turismo ecocultural?

En mi opinión hay que hablar primero del término OCIO. En unas zonas geográficas ocio significa holgazanería o vagancia, mientras que en otras significa descanso, diversión o esparcimiento. Cuando asumimos que el vocablo OCIO significa desde vagancia hasta esparcimiento y eso lo convertimos en un sillar del concepto TURISMO, es decir, que consideramos al TURISMO como OCIO sin más, caemos inconscientemente en una confusión que tiene sus consecuencias en el ámbito socioeconómico, ambiental, cultural y por tanto político.

Yo entiendo, que TURISMO no es OCIO. La importancia del lenguaje es fundamental para saber quiénes somos, dónde estamos y a dónde vamos. El turismo nace con la curiosidad del viaje, la visita, la experiencia, el descubrimiento, la sorpresa, la inquietud e incluso a veces un poco de miedo, riesgo y aventura. Y claro que se puede viajar o tener una experiencia turística maravillosa cuyo objetivo general para los usuarios fuese el descanso, la diversión y el esparcimiento, pero NO SÓLO eso, ahí está la diferencia. El OCIO no tiene como condición inherente el descubrimiento, el turismo sí.

Decir que un parque temático, complejos de apartamentos, restaurantes, calles comerciales con souvenirs despersonalizados o viajes organizados para esos lugares, o conciertos, fiestas, etc., decir que eso es turismo o decir que eso es realmente el turismo, es confundir ingenuamente o interesadamente, las habas con los guisantes, o el producto con las ganancias. Todo eso no es turismo, eso es OCIO y no pasa nada; tiene que haber de todo en este mundo, todos los arquetipos se tienen que manifestar, y en el ocio se manifiestan entre otros lo hedónico y lo plutónico. La industria del ocio aunque la llamemos turismo porque vienen de afuera a usar el ocio que creamos, eso, no es turismo por mucho que lo vistamos de gran triunfo. Mejor llamarlo la industria del ocio o la inmobiliària.

Por poner un ejemplo fácil de entender: Benidorm o Cancún viven del ocio en cualquiera de sus formas, pero no viven del turismo. El visitante de Benidorm o Cancún busca ocio básicamente, y por eso desde que surgió ese fenómeno de sol y playa, ambos sitios se han transformado en algo que no tiene absolutamente nada que ver con lo que eran ni cultural, ni ambiental, ni socialmente. Un "ocioso" o un "ociante" o un "ociata" (un usuario del ocio) puede ir a Cancún a hacer exactamente lo mismo que otro en Benidorm aunque para ello hayan tenido que desplazarse en avión 1500 km y cruzarse en medio el cielo y aunque el tipo de resorts o espacios que lo acojan sean modelos diferentes.

Sobre la base de esta confusión determinados destinos en origen turísticos se han transformado en complejos más de ocio que de experiencia viajera: ciudades emblemáticas, grandes monumentos o espacios naturales archiconocidos, etc. Es por eso que para muchas personas hoy día, se considera que el supuesto turismo (en realidad ocio o negocio del ocio) tal cual se estudia y se asume hoy día, constituye una amenaza para los lugares que quieren vivir con y del turismo sin perder la razón por la que pueden ser objeto de turismo, o sea, sin perder su realidad y su esencia. Así pues es por todo eso que me parece que llamar a cada cosa por su nombre ayuda a aclararnos y saber hacia dónde vamos y qué queremos, como he dicho antes.

No estamos aquí con el propósito de discutir sobre la semántica de las palabras, si no de valorar y valorizar el hecho turístico desde unos parámetros de sostenibilidad, ecuanimidad y calidad. En este sentido yo prefiero hablar de turismo ecocultural, porque dentro de ese cajón de sastre llamado turismo en el que cada quién usa el significado que le conviene, yo elijo el de ECOCULTURAL.

¿Pero qué significa exactamente el término ecocultural?

ECO entiendo que hace referencia no sólo a las posibles temáticas de naturaleza, ecoturismo, patrimonio natural etc., sino también a las formas, a los valores, a las intenciones y a los objetivos de crear y mantener una actividad profesional, comercial, económica y social que sea justa para los entornos implicados, sostenible humana y medioambientalmente, revalorizadora y enriquecedora cultural y comunitariamente y que tenga unos estándares de calidad máxima.

La parte CULTURAL del término entiendo y entendemos que alude a la revalorización y revitalización del aspecto más intangible de un destino turístico o de una actividad, y es la parte antropológica, histórica, psicológica, emocional y humana en definitiva. Esto se puede manifestar tanto de forma material, étnica, artística, plástica como de forma sociocultural, psicosocial o espiritual.

Al final Turismo Ecocultural o actividad ecocultural o el paradigma ecocultural lo que pretende es integrar todos los ámbitos de la existencia humana como activos y recursos mostrables, disfrutables y justamente comerciables. Un enfoque eu-holístico podríamos denominarlo también (verdaderamente holístico).

Cuáles son los estándares de calidad máxima, a qué me refiero?

Para mí la calidad no se entiende necesariamente ni por el lujo, ni los brillos, ni las cantidades de dinero, ni por las medallas, sellos o estrategias de márqueting popular o populista. Tampoco es que lo rechacemos, pero no lo consideramos imprescindible.

Entiendo y entendemos que la calidad es que un turista satisfaga su curiosidad, experimente su experiencia o aventura, que "vea" y respete el lugar y la comunidad que lo recibe, al profesional que lo atiende, que sienta valore lo que está viviendo y lo que se le está ofreciendo y que regrese a su lugar de origen con un recuerdo grabado no sólo en su memoria si no en su corazón, entendiendo que TU has estado con él y que por ti y contigo su experiencia cobró un aliento especial y único. ESO ES CALIDAD. Pero para ofrecerla, nosotros como profesionales tenemos que tenerla personalmente y profesionalmente o tenemos que querer trabajarla, pues todos necesitamos aprender y evolucionar.

Pero eso todo el mundo no lo quiere o no lo entiende como turismo o como calidad

Así es, ya he dicho antes que en el universo todos los arquetipos se manifiestan sin más. Nosotros nos apuntamos a la energía de los bellos e inteligentes, de los guerreros y los creadores o creativos, o al menos lo queremos intentar día a día; no siempre se consigue. Es un trabajo con uno mismo de superación y de humildad también; tiene más de espiritual a veces que de técnico, pero ahí vamos.

Cada quién conforme a su nivel de conciencia busca lo que necesita, consume lo que cree necesitar y desdeña lo que no ve o no quiere ver.

Una vez hace años escuché decir al escritor Antonio Gala en una conferencia sobre el declive del teatro, que Lope de Vega ya hace unos siglos (XVI-XVII) decía que al vulgo hay que hablarle en necio para mantenerlo contento... Esto lo decía según Antonio Gala, Lope de Vega...

Hay quién dice que la vida es un teatro y cada quien representa un papel y la gente va muriendo pero los papeles siguen perpetuos, cambian sólo los actores. La cuestión es ¿TU? ¿QUÉ PAPEL QUIERES INTERPRETAR? Yo creo haber elegido el mío, o almenso hay algunos que no quiero interpretar. Por eso ofrezco una formación para personas que quieran ser autores de sus productos ecoculturales de calidad. Y me da igual si eres guía, propietario de un establecimiento, educador, agricultor, tendero, cocinero, fabricante, limpiador, o si estás parado, etc.

¿Tú qué quieres ser, dónde quieres estar y qué quieres hacer? O, al menos ¿Qué no quieres hacer?

Está claro que soñar por soñar, es incluso frustrante a veces y que la realidad diaria nos obliga a tener los pies en el suelo. Tal vez tenemos que hacer un trabajo que no nos gusta del todo para poder sobrevivir, pero eso no quita que podamos desarrollar proyectos que puntual (o incluso en un futuro, permanentemente) nos hagan evolucionar a un estado mejor...

Así de humilde es como lo veo yo.

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